Nuestros clientes son los familiares de una chica de 15 años que murió de una embolia pulmonar. La joven se lesionó el tobillo en el colegio y acudió a su clínica médica, Alta Med, quejándose de dificultad para respirar, palpitaciones y dolor en la pierna. Aunque estos síntomas eran los clásicos de una trombosis venosa profunda (TVP), el médico de Alta Med atribuyó su dificultad para respirar al asma. Dado que Alta Med recibe financiación de los Estados Unidos, nos vimos obligados a presentar una demanda contra el Gobierno de los Estados Unidos para obtener una indemnización para nuestros clientes. Recientemente obtuvimos un acuerdo significativo para nuestros clientes.
Una TVP es un coágulo de sangre que se forma en una vena profunda del cuerpo. Los coágulos se forman cuando la sangre se espesa y se aglutina. A menudo, estos coágulos se forman en la parte inferior de la pierna. Un coágulo en una vena profunda puede desprenderse y viajar por la sangre hasta una arteria de los pulmones y crear una obstrucción. Esta afección se denomina embolia pulmonar.
La hija de nuestros clientes volvió en varias ocasiones a Alta Med con problemas para respirar y su medicación para el asma no le hacía efecto. Sin embargo, el médico nunca ordenó ninguna prueba ni la remitió a ningún especialista. Creemos que las pruebas que descubrimos demostraron que el médico de Alta Med cometió negligencia médica. Contratamos a un especialista pulmonar altamente cualificado y a un experto en medicina de urgencias que explicaron lo que debería haberse hecho para atender a la joven y que esos esfuerzos la habrían curado.
El reto al que nos enfrentamos en esta acción fue que nuestros clientes tenían un único caso de muerte por negligencia y ese caso se regía por la Ley de Reforma de la Indemnización por Daños Médicos (MICRA). En virtud de la MICRA, la indemnización se limitaba a $250.000 por la pérdida de la hija y la hermana de nuestros clientes. Sin embargo, pudimos llegar a un acuerdo que superaba con creces el límite de la MICRA. Nuestros clientes sufrieron angustia emocional al ser testigos de la ausencia total de cuidados por parte del médico. Mediante la inclusión de la angustia emocional como un elemento de los daños para cada uno de nuestros clientes, hemos sido capaces de obtener una recuperación que superó el límite legal de daños y perjuicios.
Deseamos a nuestros clientes la mejor de las suertes en el futuro y esperamos que este acuerdo les traiga algo de consuelo, sabiendo que a través de nuestros esfuerzos desarrollamos las pruebas necesarias para demostrar nuestro caso de mala praxis.