Conexión a través de la cocina

"Desde pequeña siempre me ha gustado cocinar. A los ocho años me tomé un año para viajar con mi familia por Europa y Sudamérica. En cada lugar al que iba cocinaba con un lugareño e intentaba imitar los platos autóctonos. Me aficioné a las distintas cocinas y a partir de ahí empezó todo.

No creía que fuera tan buena como para participar en Master Chef Junior. Era más bien una broma, porque siempre me ha gustado cocinar y tenía una personalidad enérgica. Cuando tenía ocho años, después del viaje, mi familia hizo una audición para el programa Family Game Night, cuyos productores eran también los de Master Chef Jr. Más tarde llamaron a mi familia y me pidieron que hiciera una prueba, y cuando lo conseguí en el programa, empecé a practicar más con la familia. Fui a Los Ángeles a grabar durante tres semanas, y era la primera temporada, así que no sabíamos muy bien lo que estábamos haciendo. La primera ronda pasó de 24 chicos a 12, así que hubo grandes eliminaciones, pero al final quedé entre los seis primeros de 24 chicos.

Me encanta cocinar porque la comida une a la gente. Nos ayuda a conectar. No se puede odiar la comida".

P.D. Los Ángeles,

"Siempre que hago comida, mi primer pensamiento es compartirla con otra persona. Cuando compartes con otros, es cuando ocurre la magia".