"Viviendo en Nueva Inglaterra, hacer ejercicio al aire libre durante el otoño es una de mis actividades favoritas. No me encantan las colinas onduladas, pero sí el olor y los hermosos colores de las hojas al caer. Llevo más de veinte años corriendo y montando en bicicleta. Para mí, este tiempo es una "sesión" de meditación en movimiento que aprecio mucho. Es el momento en que pienso en mí, en mi familia y en mi comunidad. Puede que me encuentres con una enorme sonrisa en la cara o con lágrimas rodando por ella..... No sé qué tipo de sesión voy a tener hasta que estoy allí. Una de mis mejores "sesiones" fue cuando mi hija, que entonces tenía cinco años, decidió acompañarme a correr. Cuando doblábamos la esquina, miró hacia mí y las hojas rojas y amarillas que caían enmarcaban su cara".
"Es el mejor recuerdo que tengo corriendo al aire libre".